4/4/10

LA IMAGINACION-LOCA DE LA CASA

De la Imaginación se ha dicho que es “La loca de la casa”, y esta loca si se deja suelta se pone a vagabundear por su cuenta, lo mismo nos lleva a vivir en el paraíso con sueños de grandeza, que nos puede hundir en el mismo infierno con pensamientos negativos.
Mucha gente, dejándose llevar por los consejos de su imaginación incontrolada (la loca de la casa), cede al mal hábito de acobardarse y preocuparse de más, por hechos que en sí nada tienen de difíciles ni de excepcionales.
La loca de la casa- la casi todo poderosa imaginación-, conducida por el entusiasmo y el pensamiento positivo, recobrará el juicio y se convertirá en su mayor aliada y en el más poderoso motor de su voluntad.
Su imaginación es apasionada, locamente apasionada. Y sumamente creativa. Le responderá de modo espléndido. Pero antes sedúzcala, murmúrele al oído incitantes promesas. Píntele con los más hermosos colores las recompensas y halagos múltiples que el triunfo depara.
Esta es una Ley inmutable. Quién entrega a su imaginación un propósito firme y estimulado por el entusiasmo, es arrastrado hacia ese propósito como las limaduras de hierro por un magneto que opere en su campo.
El arquitecto ve en su mente el edificio construido antes de poner los cimientos. De igual manera el ingeniero ve funcionar la proyectada maquina antes de que se forjen siquiera sus piezas. El arquitecto e ingeniero de su vida debe imaginar los resultados de su proyectada acción antes de realizarla.
Está comprobado que el ser humano puede lograr lo que desea, siempre y cuando su deseo sea sensato y definido y ponga en él toda su capacidad de anhelar y toda su fuerza dirigida de su imaginación.
Una mente positiva ama y persigue los éxitos que son fruto de la tenacidad, de la constancia, de la paciencia sin límites, pero sobre todo de la convicción y el entusiasmo.
El hombre mediocre tiene pensamientos egoístas perezosos o superficiales. Es dado a percibir y a exagerar las cosas negativas. Se queja a cada paso de su mala suerte y de su falta de oportunidades. Y no obstante se niega a ese esfuerzo suplementario que decide el triunfo.
Pero si ese hombre aprende a orientar positivamente su pensamiento, llega a discernir con claridad las diferencias que existen entre lo ilusorio y lo real, encuentra y aprovecha sus oportunidades, y descubre el placer del esfuerzo y el contento de llevar una vida útil, interesante y plena.
Otra cualidad básica de la mente positiva es saber pensar, saber pensar he allí la cuestión. El hombre como sabemos es el único ser viviente que piensa. Más lo cierto es que unos cuantos piensan bien y en grande, otros piensan mal, otros más piensan en pequeño, y una inmensa mayoría piensa a medias o menos que a medias.
Aprender a pensar con claridad y eficiencia debería constituir el más diligente cuidado de cada ser humano, puesto que es en el pensamiento donde se funda la genuina grandeza del hombre.
Toda la dignidad del hombre consiste en el pensamiento.
Esforcémonos, pues en bien pensar.