2/4/13

NO CRITIQUE, NO CONDENE NI SE QUEJE.

                                                                             
En mil páginas de la historia, se encuentran ejemplos de la inutilidad de la crítica.

 
La crítica es peligrosa, porque lastima el orgullo, tan precioso de la persona, hiere su sentido de la importancia, y despierta su resentimiento.

“Tanto como anhelamos la aprobación, tememos la condena”.

El resentimiento que engendra la crítica puede desmoralizar empleados, miembros de la familia y amigos, y aun así no corrige la situación que se ha criticado.

 
Cualquier tonto puede criticar, censurar y quejarse, y casi todos los tontos lo hacen.

 
Pero se necesita carácter y dominio de sí mismo para ser comprensivo y capaz de perdonar.

 
En lugar de censurar a la gente, tratemos de comprenderla. Tratemos de imaginarnos por qué hacen lo que hacen. Eso es mucho más provechoso y más interesante que la crítica; y de ello surge la simpatía, la tolerancia y la bondad.

“No juzgues si no quieres ser juzgado”

Abraham Lincoln

 
También dijo Lincoln “no los censuréis; son tal como seríamos nosotros en circunstancias similares”.



“Tanto como anhelamos la aprobación, tememos la condena”.

Hans Selye (psicólogo)



“El principio más profundo del carácter humano es el anhelo de ser apreciado”.

William James



“No te quejes de la nieve en el techo del vecino-sentencio Confucio-cuando también cubre el umbral de tu casa”



“No hablaré mal de hombre alguno y de todos diré todo lo bueno que sepa"

Benjamín Franklin



“todo hombre que conozco es superior a mí en algún sentido. En ese sentido, aprendo de él”.

Ralph Waldo Emerson



Ya lo dijo el Dr. Johnson: “El mismo Dios, señor, no se propone juzgar al hombre hasta el fin de sus días”

Entonces, ¿por qué hemos de juzgarlo usted o yo?



“Un gran hombre-aseguró-Carlyle-demuestra su grandeza por la forma en que trata a los pequeños”.



“Saberlo todo es perdonarlo todo”



Tomado del Libro: “Como Ganar Amigos e Influir Sobre las Personas”