9/3/09

EL PODER DE LOS PENSAMIENTOS Y LA ACCIÓN PERSISTENTE

Es determinante para nuestro éxito en la vida en general y para la obtención de riqueza material en particular, no olvidar en ningún momento el poder que tienen nuestros pensamientos sobre nuestra vida. Como ya hemos dicho en artículos anteriores, es tal el poder de nuestra mente, que nos enriquece o nos empobrece, nos sana o nos enferma, nos hace felices o desdichados. Por tal motivo y convencidos del poder de nuestros pensamientos sobre nuestros logros o fracasos, tenemos que tomar la determinación de mantener dichos pensamientos en una sola línea, en una sola dirección, y esa dirección es fijarlos siempre en la Abundancia, en la Salud, en la Felicidad y en la Tranquilidad, sin descuidarnos nunca y permitir que se ubiquen en los conceptos contrarios. Porque lo que visualizamos con el poder de nuestros pensamientos eso justamente se materializará. Há, pero hay un complemento que es necesario agregar al poder de la visualización de nuestros pensamientos, y ese complemento es la acción continua y persistente, en el trabajo o negocio que estamos desarrollando todos los días. Este tiene que ser un trabajo realizado con entrega, con pasión, todos los días sin descanso, además tiene que ser un trabajo realizado cuidando todos los detalles, de tal manera que sea lo más perfecto posible. En conclusión, para ganar en grande, necesitamos pensar en grande, y para pensar en grande se requiere visualizar con el poder de nuestra mente lo que queremos y todos los días y a cada momento no dejar esa visualización, eso que queremos, la casa que queremos, el auto que queremos, las vacaciones que queremos, la cantidad de dinero que queremos, lo que sea que queramos, pero además, no dejar de trabajar con el mayor esmero y entrega en el negocio que tenemos y siempre atentos a las nuevas y mejores oportunidades que se nos van presentando hasta lograr nuestros objetivos. Es decir, entregarnos con pasión todos los días al trabajo o actividad que tengamos que hacer hasta lograr nuestras metas, pero sobre todo, pase lo que pase, ¡nunca, nunca, nunca abandones!