17/12/08

“LA INELUDIBLE Y ETERNA LEY DE LA COMPENSACIÓN”

¿Sabias que hay una Ley eterna de la compensación? El filósofo Ralph Waldo Emerson en su ensayo sobre la compensación, dice: Toda acción lleva en sí su recompensa, dicho en otras palabras, se integra en una forma dual, acción y recompensa. La Ley de la compensación puede obrar en nuestro beneficio o en nuestro perjuicio según sean nuestros actos. Tarde o temprano llega la compensación, tal vez pasen varios años pero llegara el momento del castigo o el premio. El castigo o el premio puede venir mucho tiempo después de cometido el delito o la buena obra realizada, pero siempre llegará, porque la acompaña. Causa y efecto, medios y fines, simiente y fruto, no pueden ser separados, porque el efecto siempre florece de la causa. Siempre hay una tercera parte en todos nuestros tratos. La naturaleza y el alma de las cosas toman a su cargo la garantía del cumplimiento de todo contrato, con lo cual la honradez no puede perder. Cada golpe tendrá que ser pagado. Y mientras más se tarde el pago, mejor para quien lo espera, ya que un interés compuesto multiplicado por si mismo, es la proporción que emplea para pagar ese divino tribunal. La tercera y silenciosa parte es la fuerza invisible que en su eterno actuar asegura que todo contrato celebrado con el mundo se vea cumplido. Por eso las compensaciones de la adversidad aparecen claras al entendimiento, después de largos intervalos de tiempo. Sigue diciendo Emerson ”Todo exceso causa un defecto, todo defecto causa un exceso, no hay dulce que no tenga algo de acidez, ni maldad que no contenga algo bueno. Por cada cosa de que se haya privado uno, se habrá ganado otra, y por algo que se gana ocurre una pérdida semejante. Si los bienes de la fortuna aumentan, a la vez aumentan las exigencias. Siempre ocurrirá alguna circunstancia niveladora que coloca al fuerte, al rico, al afortunado, esencialmente sobre el mismo plano que los demás hombres”. Todo pensamiento que emite nuestra mente, sea bueno o malo, retornará a su tiempo, grandemente multiplicado, para maldecirlo o bendecirlo según haya sido su naturaleza original. Es una Ley de la naturaleza el crecer afirma Emerson. Al respecto comenta que dicho crecimiento a menudo abarca adversidades de muchos tipos, pero estos contratiempos a menudo sirven para poner término a algún periodo de la vida que necesitaba ser cerrado. Así mismo, la adversidad interrumpe determinados modos de vida y nos ayuda a elaborar otros nuevos que quizá sean necesarios para nuestro adelanto. La persona que ha sido templada en el infortunio, se convierte en un ser más fuerte que puede hacer más por si mismo y por los demás. Por eso con razón afirma Napoleón Hill “A toda adversidad corresponde un beneficio equivalente o mayor”. Y Víctor Hugo dice: “Dale al mundo lo mejor que tienes y lo mejor retornará a ti, porque la vida es como un espejo, solo refleja lo que damos”. Juan Wesley, por su parte afirma: “Haz todo el bien que puedas, de todas las maneras que puedas, en todos los lugares que puedas, en todas las ocasiones que puedas, a todas las personas que puedas, y durante todo el tiempo que puedas”. Dicen que el Lema rotario es el siguiente: “Dar de sí, antes que pensar en si”.