“Toda la
Naturaleza es un anhelo de servicio.
“Sirve la nube,
sirve el arte, sirve el surco.
“Donde haya un árbol que
plantar, plántalo tú;
donde haya
un error que enmendar, enmiéndalo tú; donde haya un esfuerzo que todos esquiven,
acéptalo tú.
“Sé el que apartó la estorbosa piedra del
camino; sé el que apartó el odio de entre los corazones y las dificultades del
problema.
“Existe la alegría de ser sano y la de ser justo; pero hay, sobre
todo, la hermosa, la inmensa alegría de servir.
“¡Que triste sería el mundo si todo en él estuviera hecho, si no
hubiera un rosal que plantar, una empresa que acometer!
“Que
no te atraigan solamente los trabajos fáciles.
¡Es tan bello hacer lo que otros esquivan!
“Pero no caigan en el
error de que solo se hace mérito con los grandes trabajos; hay pequeños
servicios que son buenos servicios: adornar una mesa, ordenar unos libros,
peinar a una niña.
“Aquel es
el que critica, este es el que destruye, sé tú el que sirve.
“El servir
no es faena de seres inferiores. Dios, que da el fruto y la luz, sirve. Pudiera
llamársele así: El que sirve.
“Y tiene
sus ojos fijos en nuestras manos y nos pregunta cada día: ¿serviste hoy? ¿A quién?
¿Al árbol, a tu amigo, a tu madre?”
Autora: GABRIELA MISTRAL, escritora chilena.